sábado, 16 de enero de 2021

Gracias

Hola, soy Marly, y hace tiempo tengo el firme pensamiento que me merezco todo.
Por eso no te daré las gracias cuando me prendas la luz, o cuando me ayudes a cargar algo pesado.
Cuando me pones los cubiertos o pides por mi, mi soda favorita.
Tampoco cuestionaré cuando pides aquella comida marina que me vuelve loca.
¿Por qué habría de hacerlo? ¿Por qué, si yo me lo merezco?
Siempre he estado acostumbrada a que vean por mi,
a que me den lo que me hace feliz, nunca necesité mover un dedo para obtenerlo.
Siempre ha llegado lo que deseo frente a mis ojos,
a veces sin siquiera mencionarlo.
Y es entonces que llegas tú, 
y sueles pensar que eres especial por darme todo aquello a lo que estoy acostumbrada.
No cariño, no pido más de lo que creo merecer.
Porque un "guapa", "bonita" me lo dice cualquiera,
porque abrirme una puerta es una especie de deber que siento que tienen, ustedes los hombres.
Pero, aquel abrazo en la madrugada cuando me siento vulnerable, 
prestarme atención cuando ni yo misma sé lo que digo,
acariciar mi cabello cuando me percibo frágil, 
esas cosas si son las que me hacen pensarte especial.
No cariño, no me malentiendas.
Se lo que valgo y no me conformaré con menos.
Todas las mujeres deberían saberlo, 
todas deberían recibir lo que les corresponde por el simple hecho de existir.
Así que piénsalo dos veces cuando creas que soy una más,
cuando crees que tienes un trato especial,
piensa cuántas personas ya lo han hecho como tú,
piensa con cuánta frecuencia sucede eso.
Y piensa, si vale la pena, seguir caminando con una mujer como yo,
que no esta acostumbrada a lo poco, si no, a lo que realmente me merezco.
Una mujer que no tiene miedo de decir: no me gusta, no lo deseo,
una mujer que sabe lo que quiere y va por ello.
Piensa si realmente estamos en el mismo caminos, si no,
gracias.