Libre y delicada, a ella no la eligen ... ella elige, elige con quién complicarse, elige con quien enredarse.
Enredarse en las noches, o en alguna madrugada, ella elige a quien regalarle su sonrisa, a quien invitar a su pensamiento.
Pensamientos perdidos en los amaneceres, en las fiestas, en la almohada, en luna llena o cuando visita el mar.
Mar, curiosa como cuando sube la marea, misteriosa cuando no quiere contar la verdad, la reina de la noche si de reuniones se trata, princesa solitaria que vive sin fechas ni remordimientos.
Todo empezó algunos meses, algunas noches atrás, algunas cenas intactas, algunas rutinas intensas y algunas pieles ajenas ... todo empezó con una maleta rosa, un pasillo largo, una llanta pinchada, la promesa de no buscarte mas.
Todo empezó con una mentira, con un sentimiento roto, con una lágrima reprimida.
Es sencillo criticar cuando no conoces los motivos ... pero yo la conocí ... alguna vez fue la mujer de su vida, la mujer perfecta, la mujer que quiso ser ...
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