Que soy una egoísta por hacerte esperar por mi,
que algunas veces te he lastimado,
que tu corazón ya no sabe si luchar o dejar de latir,
tu pensamiento pierde cordura y los míos aturdidos de tanto escuchar,
Mi alma necesita a un valiente con paciencia extra mensual,
a veces quincenal,
mi alma,
cuando está en calma, solo piensa en cuidarte,
cuando esta brava prefiere escudarse en su reino para no lastimar,
se aleja, y busca respirar lejos.
He sido humanamente rota, una y mil veces,
me he levantado en cada error,
tal vez, no estoy preparada para el amor,
para el amor que tu mereces recibir.
Mi espíritu no encuentra la paz necesaria,
necesita combustible, y de ese que tu no tienes.
Anoche viniste a visitarme con tus dudas,
y yo no te esperaba sola,
tenía mi equipaje cargado con vacío,
un vacío que iba pesando cada vez más.
Mi cabeza explotaba y tus labios se quejaban,
mis oídos no te escuchaban, por más fuerte que la voz alzabas,
mi cuerpo estaba a tu lado, pero no yo.
Asentí con la cabeza cada reclamo,
te di la razón, por que no estabas lejana a ella,
y aunque parezca que no,
me siento tan conectada a ti, desde la primera conversación,
que no me permito pases por esto, una y otra vez,
que la culpa de mis espacios vacíos no sigas sintiendo mi amor.
Siempre te querré, con tu prisa, con tus sabores,
con tus dedos sobando ojitos cansados, con tus labios mentirosos,
con tu risa sin cuidado, tu mirada como si yo fuera la única mujer de tu mundo,
no es fácil para mi, no es fácil para mi alma cansada.