Suerte de despertar, beber café y tener un amigo nuevo.
Me habla de sus miedos y de sus amores, me habla de madrugada y con la voz adormecedora que alivia en noches de insomnio.
Le da sentido a mis debilidades, me enseña a calentar mi corazón y me invita una copa de vino.
Me recuerda a mi en alguna época de mi vida, aparece con una bolsita de esperanza cada mañana a las ocho.
Me invita a ponerme botas e ir a un bar de trova.
Me habla de su bebida favorita y del contorno de mis labios.
De las fiestas tradicionales en algunas ciudades y de como laten sus ánimos cuando me invita a viajar.
No se quien es, pero se que hoy me hizo mucho bien .
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