miércoles, 26 de abril de 2017

La fiebre de sábado por la noche

Viernes 8:00 pm empiezo a escuchar los gritos de mi hermana: Maaaaaaaar mañana salimos!!! hay q decirle rapidito a mi mamá para que no nos cague!!! Y bueno como decirle no, si luego me analizo como voy a conocer a gente nueva si no tengo vida social, en fin, hoy me siento linda y me probare un vestido a ver si combina con la noche, es de color negro y algo de encaje beige, el color del que veo las estrellas después de una noche de alcohol y si es que el despejado cielo Arequipeño lo permite. Hoy veré a A. no lo veo desde aquella noche que bailamos en la alfombra de la casa del amigo, en aquel lugar se podía ver la piscina y el verde pasto que brillaba con tremenda lunaza amarilla. Me dijo que no bailaba salsa, pero complacía cada canción que yo quería bailar, cada deseo y capricho desde que lo conozco, desde que quise caminar descalza y caprichosa en aquella playa de vida nocturna perfecta para mi corazón roto,desde que me lo encontré en algún pasaje de la ciudad. Sábado por la noche: pongo música fuerte mientras pienso en aquel cabello, busco el lápiz labial que sera perfecto para colorear sus labios al final de la noche o en medio de una canción por si me convence, empiezo a crear imágenes de como quien ve una película en el medio de la sala del cine, con ese asiento perfecto que siempre busco (manías de publicistas). Suena el teléfono, ya están aquí. Tres chicos en un auto y mi hermana y yo bajando las gradas,tarde una vez mas, camino por el largo pasillo que me separa a una puerta de ver la ciudad y empiezo a recordar. Es que acaso fue en el vaso numero 8? es que acaso yo ya no quería pensar y solo sentir, aquella noche él me llamó y yo no puse ninguna excusa, yo quería verlo, recordar esas noches de verano donde solo bailábamos y recordaba mucho su piel suavecita y sus manos por mi cintura, disfrutando y cantando, era lo que mas recordaba, cervezas heladas y manos juntas, mucho coqueteo rico, pero nadie cruzaba el límite lo que hacia llamar mi total atencion, aunque él ni enterado estaba. Un caballero de un humor jodidamente perfecto para que sea amigo de mi risa reprimida. Recuerdo como una vez mas se puso a bailar con mi alma confundida. (Debo hacer un nuevo paréntesis para expresar que cada vez que lo he visto, mi noche acaba con un delicioso dolor de piernas,tal y como me gusta,rico pues). Recuerdo cuando juntamos nuestros labios por primera y única vez, suave, lento, loco, salvaje, adictivo,energía pura, electricidad. Recuerdo contar alguna historia, algún sueño,algún miedo, pero sobre todo recuerdo sus manos. Cariñosas por la mañana, posesivas por las noches. Recuerdo sus ojos, recuerdo su nariz en mi mejilla, recuerdo mis manos deseando explorar cada pedacito de su piel, me sentí viva de nuevo. Sentimiento rico que extrañaba ya. De vez en cuando me sorprendo pensando en aquellos dias. Aquella noche no lo besé. Y volvio a ser lunes despues, aun conservo una sonrisa cuando recuerdo aquellos dias de verano. Querida hermana: queeeeeeeeeee haremos el vierneeeeesss???!!!!

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