Hoy estoy dispuesta a desaparecer una vez más,
hoy he vuelto a ignorar lo que siento y dejarme llevar por lo que debería sentir.
Ayer, me deje envolver con los lazos de su pasión, con las mentiras de su boca, con esa dosis de caricias que me preguntan: ¿por qué te vistes? Si yo te quiero desnuda.
Ayer visité ese lugar que estoy segura albergó más pieles de las que puedo imaginar, ese lugar que usamos como refugio del mundo.
Mañana podría seguir encaprichada con su piel, pero no con su corazón, parecido al mío y eso asusta.
Mañana podría torcer mi brazo y contestar su: cómo vas bonita? Con la misma mentira de siempre: todo bien caballerito.
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