Hay historias que se rigen al placer intenso de dos pieles cuando están juntas,
hay energías que nacieron para estar juntas siempre que quieren, sin compromisos, para siempre,
hay cuerpos que empiezan a bailar con tan solo verse,
hay ojos que hacen que se erice mi piel,
hay que pedir más días contigo en mi camino a la vida,
pero no muchos, no vaya a ser que empiece a notarse que somos felices.
Amante de leer cualquier trocito de papel que caiga en mis manos. No soy blogger. Amo el blogging. Soy una contradicción y se me nota en Twitter. No deseo tu atención, pero si agradezco el tiempo que me dan los que me leen.
domingo, 3 de marzo de 2019
sábado, 2 de marzo de 2019
jueves, 28 de febrero de 2019
Mi canción favorita
Presiono rápidamente las teclas, quiero escribirlo todo, tengo miedo de que algún recuerdo se me escape, no puedo evitarlo, no puedo evitarte.
Te pienso.
Tu música, la habitación, tus latidos, tu voz, tus dedos, tú, maldita sea, no puedo detenerme,
quisiera tener un poquito más de control sobre lo que siento, quizás así, y solo así podría sentirme menos culpable de cuanto puedo llegar a desearte.
No voy a hablarte, hoy no, mejor nunca, sólo vamos a besarnos un millón de siempres más,
recuerdo tus labios, tus ganas, tus no te detengas por favor,
No voy a ceder a tus caprichos, solo vamos a dormir abrazados,
una copa de vino para mi por favor, él esta noche beberá de mis labios.
Tu entrepierna y mis te tengo muchas ganas,
volvería a tí, si, volvería antes de ver un mensaje más con tu nombre en la pantalla de mi móvil.
No voy a quererte, te lo juro, vuelven a aparecer tus manos,
pero si voy a escribir de ti, con la boca llena, con los dedos rasgados, uñas blancas, piel suave.
No voy a mentirme más, mejor me voy. Detestablemente adorable. No puedo dejar de cantar mi canción favorita.
Te pienso.
Tu música, la habitación, tus latidos, tu voz, tus dedos, tú, maldita sea, no puedo detenerme,
quisiera tener un poquito más de control sobre lo que siento, quizás así, y solo así podría sentirme menos culpable de cuanto puedo llegar a desearte.
No voy a hablarte, hoy no, mejor nunca, sólo vamos a besarnos un millón de siempres más,
recuerdo tus labios, tus ganas, tus no te detengas por favor,
No voy a ceder a tus caprichos, solo vamos a dormir abrazados,
una copa de vino para mi por favor, él esta noche beberá de mis labios.
Tu entrepierna y mis te tengo muchas ganas,
volvería a tí, si, volvería antes de ver un mensaje más con tu nombre en la pantalla de mi móvil.
No voy a quererte, te lo juro, vuelven a aparecer tus manos,
pero si voy a escribir de ti, con la boca llena, con los dedos rasgados, uñas blancas, piel suave.
No voy a mentirme más, mejor me voy. Detestablemente adorable. No puedo dejar de cantar mi canción favorita.
lunes, 11 de febrero de 2019
Te busqué
Anoche salí a buscarte.
Le puse mi mejor escote a mi mejor verdad, el que muestra aquellas pequeñas curvas,las suficiente, las que, por lo visto, tiene la capacidad de producir que algunas miradas volteen por encima de los hombros, cual animales hambrientos y en alguna parte de mi me siento orgullosa de eso, pero no sonrío, a mi me hacían feliz otros ojos. Yo quería ver otros ojos.Voy a la barra, y si no te encuentro ahí estoy segura que igual, en el fondo de una copa te encontraré, un trago por favor,de esos señor bartender, deme un par de ese elixir de vida, que desde que lo conozco, no existe otro ser humano por el que pueda respirar este cuerpo que lo extraña a rabiar.
Y no te encontré.
Hoy salí a buscarte.
Me vestí con una malla por donde dejaba entrever pedacitos de mi más ansiosa piel, te busqué en cada granito de arena, te busqué bajo el verde mar, te busque entre las rocas, en mis huellas, te busqué con los ojos, te busqué con la piel, donde estabas? Eso no lo sé.
Te busqué entre los amigos, en aquel mar de gente, en la música, yo te juro que brinqué en cada palabra, te busque siguiendo el ritmo, te busque en la melodía , en las voces, en las conversaciones ajenas, en mi bikini, te juro que yo te busqué.
Cansada de buscarte, me rendí.
y te vi.
Sentado en una vereda, con tu maletín de cosas que jamás conoceré, solo y con los ojos leyendo algo, solo y sin ganas de ser parte de ningún grupo de a dos, menos de tres, mi alma vibró, mis piernas temblaron, mi vida respiraba, mis ojos sonrieron, mis labios fueron libres.
Te ví y no me viste, me viste y no te ví.
Yo, soy feliz señores cuando esas pupilas siguen mi caminar, de lejos, sin aliento, con la distancia adecuada, con la vida ajustada, nos vemos y así, solo así , por ahora, es todo lo que yo necesito para vivir.
Hasta la próxima mirada querido.
Le puse mi mejor escote a mi mejor verdad, el que muestra aquellas pequeñas curvas,las suficiente, las que, por lo visto, tiene la capacidad de producir que algunas miradas volteen por encima de los hombros, cual animales hambrientos y en alguna parte de mi me siento orgullosa de eso, pero no sonrío, a mi me hacían feliz otros ojos. Yo quería ver otros ojos.Voy a la barra, y si no te encuentro ahí estoy segura que igual, en el fondo de una copa te encontraré, un trago por favor,de esos señor bartender, deme un par de ese elixir de vida, que desde que lo conozco, no existe otro ser humano por el que pueda respirar este cuerpo que lo extraña a rabiar.
Y no te encontré.
Hoy salí a buscarte.
Me vestí con una malla por donde dejaba entrever pedacitos de mi más ansiosa piel, te busqué en cada granito de arena, te busqué bajo el verde mar, te busque entre las rocas, en mis huellas, te busqué con los ojos, te busqué con la piel, donde estabas? Eso no lo sé.
Te busqué entre los amigos, en aquel mar de gente, en la música, yo te juro que brinqué en cada palabra, te busque siguiendo el ritmo, te busque en la melodía , en las voces, en las conversaciones ajenas, en mi bikini, te juro que yo te busqué.
Cansada de buscarte, me rendí.
y te vi.
Sentado en una vereda, con tu maletín de cosas que jamás conoceré, solo y con los ojos leyendo algo, solo y sin ganas de ser parte de ningún grupo de a dos, menos de tres, mi alma vibró, mis piernas temblaron, mi vida respiraba, mis ojos sonrieron, mis labios fueron libres.
Te ví y no me viste, me viste y no te ví.
Yo, soy feliz señores cuando esas pupilas siguen mi caminar, de lejos, sin aliento, con la distancia adecuada, con la vida ajustada, nos vemos y así, solo así , por ahora, es todo lo que yo necesito para vivir.
Hasta la próxima mirada querido.
jueves, 27 de diciembre de 2018
Navidad, feliz Navidad
Hace mucho que no teníamos la mesa rodeada de tanta gente, de mi gente, hacía un montón de tiempo desde la última vez que estábamos riendo en la mesa a carcajadas, a enormes carcajadas, de las que ríes hasta con los brazos porque tu cuerpo no puede más, de las que haces sonidos con la nariz irreproducibles hasta para un imitador, carcajadas e historias, oía a todos narrar historias de tiempos pasados, ojos chinos por doquier, sonrisas enormes del tamaño de una sandía, en aquella mesa.
Estabamos en mi casa, me sentí en casa, navidad, feliz navidad.
Estabamos en mi casa, me sentí en casa, navidad, feliz navidad.
martes, 11 de diciembre de 2018
Mi foto
No recuerdo la última vez que oí tu voz,
pero recuerdo como sonaba mi nombre saliendo de tu boca.
No recuerdo a qué sabía tu último beso,
pero recuerdo como saciaba mi alterado temperamento,
aunque algunas veces, lo alimentaba más, solo un poco más.
No recuerdo la última vez que sentí tu rose,
aunque algunas noches extraño envolverme en tu tibio sueño,
sí, querido, yo también te extraño.
Pero no te extraño de manera alocada,
no extraño tenerte prisionero en mi habitación,
tampoco extraño tus desayunos de mañana,
mucho menos tu ausencia en mi cama.
Lo que extraño mi chico de ojos negros,
son las conversaciones de madrugada,
los abrazos al terminar el día,
junto a todas tus manías,
extraño tu prosa, tu vista perdida,
lo indispensable que para mi te hacías.
Nadie conoce esta historia como él y yo,
nadie puede contar lo que no sucedió,
ni los fallos, ni los nuevos comienzos,
ni las ganas, ni los sueños.
Lo que extraño mi chico de ojos negros,
es verte a ti con esa sonrisa retorcida,
tur piruetas en la ducha,
tu extraña comida,
extraño, y que extraño como se vuelve.
me fui y te quedaste, te fuiste y me quedé,
pero cuando te fuiste, te quedaste,
me borraste, me eliminaste, me fulminaste,
entonces porque volviste?
Sé que no es para quedarte,
volviste para observarme,
de lejos, callado, como cuando las mentiras te alcanzaban,
como cuando de tu postre ya nada quedaba,
como cuando la vida me salvabas.
Volviste para vigilarme?
para ver si me mantengo a salvo o si es que aun mantengo mi canto?
Volviste para invitarme nuevamente a subir a esa moto?
para aliviar mi alma o para ver como puedo perder mi calma?
para terminar con tu autodestrucción? o para cantar una rock song?
no pasa nada, tu solo te quedas ahí,mirando, mirando mi foto.
pero recuerdo como sonaba mi nombre saliendo de tu boca.
No recuerdo a qué sabía tu último beso,
pero recuerdo como saciaba mi alterado temperamento,
aunque algunas veces, lo alimentaba más, solo un poco más.
No recuerdo la última vez que sentí tu rose,
aunque algunas noches extraño envolverme en tu tibio sueño,
sí, querido, yo también te extraño.
Pero no te extraño de manera alocada,
no extraño tenerte prisionero en mi habitación,
tampoco extraño tus desayunos de mañana,
mucho menos tu ausencia en mi cama.
Lo que extraño mi chico de ojos negros,
son las conversaciones de madrugada,
los abrazos al terminar el día,
junto a todas tus manías,
extraño tu prosa, tu vista perdida,
lo indispensable que para mi te hacías.
Nadie conoce esta historia como él y yo,
nadie puede contar lo que no sucedió,
ni los fallos, ni los nuevos comienzos,
ni las ganas, ni los sueños.
Lo que extraño mi chico de ojos negros,
es verte a ti con esa sonrisa retorcida,
tur piruetas en la ducha,
tu extraña comida,
extraño, y que extraño como se vuelve.
me fui y te quedaste, te fuiste y me quedé,
pero cuando te fuiste, te quedaste,
me borraste, me eliminaste, me fulminaste,
entonces porque volviste?
Sé que no es para quedarte,
volviste para observarme,
de lejos, callado, como cuando las mentiras te alcanzaban,
como cuando de tu postre ya nada quedaba,
como cuando la vida me salvabas.
Volviste para vigilarme?
para ver si me mantengo a salvo o si es que aun mantengo mi canto?
Volviste para invitarme nuevamente a subir a esa moto?
para aliviar mi alma o para ver como puedo perder mi calma?
para terminar con tu autodestrucción? o para cantar una rock song?
no pasa nada, tu solo te quedas ahí,mirando, mirando mi foto.
lunes, 3 de diciembre de 2018
Te espero
y que me provoque esperar,
aquella virtud que la vida no me concedió al momento de nacer,
la que ahora derrepente tiene un poco mas de sentido, es decir,
esperar, digo, algo detestable y encabronadamente necesario.
que ganas de esperarte,sabiendo, claro está,
que cuando tus ojos vuelvan a verme...
que cuando tus ojos vuelvan a verme,
que,cuando tus hermosos ojos vuelvan a verme, yo viviré de nuevo.
Te espero.
aquella virtud que la vida no me concedió al momento de nacer,
la que ahora derrepente tiene un poco mas de sentido, es decir,
esperar, digo, algo detestable y encabronadamente necesario.
que ganas de esperarte,sabiendo, claro está,
que cuando tus ojos vuelvan a verme...
que cuando tus ojos vuelvan a verme,
que,cuando tus hermosos ojos vuelvan a verme, yo viviré de nuevo.
Te espero.
lunes, 19 de noviembre de 2018
Tu amiga
Tranquila, se sienta en la salita de mi nueva vida,
se sienta y pregunta como estoy?
y yo ni siquiera se si estoy,
respondo que si, que todo va bien y que pronto te olvidaré.
Ella va a la cocina por un mate tibio para el corazón,
dice que lo necesito para sentirme mejor, o para sentirme,
como si una bebida pudiera devolverme el tiempo que deje en ti.
Se sienta frente a mi silencio,
envuelve mis rodillas cansadas, me habla de ti.
De tu cabello y de tu corazón,
me pide que entienda tu enredada cabeza,
tu cursi exageración, tu delicada sin razón,
Que luche por mis anhelos, por mi cintura,
por mis botas, por quedarme en tu habitación,
Me quedo relajada en sus ojos,
como si supiera que todo va a estar bien,
como si el amanecer que esta por llegar estuviera esperando por mi,
otra vez son las dos de la mañana, otra vez sin dormir.
Gracias flaca, por quedarte en mi,
por arropar a esta guerrera cansada,
que hoy, solo quiere dormir.
domingo, 11 de noviembre de 2018
Cosa de abrazos
No estaba segura de lo que buscaba en esa conversación, si necesitaba escuchar alguna palabra que me ayude a definir lo que me estaba sucediendo, alguna palabra en la que no había pensado, alguna enfermedad nueva que solo le da a un 0.001% de las personas de este mundo, o es que acaso alguna maldición había podido llegar a mi, que va! si esas cosas no existen, pero no entendía que sucedía, no entendía porque tanto vacío.
Las dos estaban sentadas en esa gradería de escalones rojos,se alejaron del grupo para evitar ser escuchadas, mi confidente estaba atenta a cada palabra que iba pronunciando mientras yo narraba esa triste historia.
Ambas pensaban en las posibles causas, trataban de entender hilando historias, buscando porqués, escarbando los planes del destino, y yo... yo me volvía loca.
No tan lejos, lo veía a él, convirtiendo su carrito en un robot, con la mirada atenta a cada pieza, a cada figura, a cada color. Buscaba terminarlo de la mejor manera, concentrado solo en su juego, veía su paz y extrañaba sentirme igual a él. Volteé al notar la humedad acercarse a mis ojos.
De pronto, así sin avisar, como cuando encuentras un billete en el bolsillo de tu pantalón, como cuando suena la canción exacta cual soundtrack, como cuando te regalan tu dulce favorito, sentí unos brazos rodeando mi cuello, unas manitos pequeñas uniéndose debajo de mi cabeza, unos cachetitos fríos pegándose a los míos, un cuerpito de ochenta centímetros regalándome lo tibio de su piel, apretando fuerte, sin soltar, con la seguridad de quien sabe donde debe estar, como quien elige los ingredientes para preparar su receta estrella, y yo me rendí.
Mis manos buscaron acariciar esa espaldita, tratando de no apachurrar tan fuerte, calmando mis nervios, logre unirme a ese abrazo, torpe y con voz bajita le pedí que no me suelte.
Y agradecí.
Él me salvó. El latido de su corazón me volvió a la vida, me enseñó cómo debo volver a hacerlo vivir, la caricia de su suave cabello en mi mentón me calmó, esos ojitos pequeños me regalaron la paz que llevaba buscando las últimas semanas, y sentí, sentí que todo estaba bien, que tal vez no sepa que pasa ni que pasará, pero yo estaba aquí y mi presencia a él lo hacía feliz, yo tuve la dicha de contemplar esa sonrisa bien estirada mientras me envolvía con tanto amor.
Ahora se que esa siempre fue la respuesta,amor.
Respuesta o solución? Ya no importaba, este momento era mío y no había dicha más grande para mi.
Él no sabía la historia que yo estaba narrando, él no tenía idea de cuan rota estaba yo en ese momento, él me sintió, se acercó y se quedó, todo el tiempo que lo necesité, él se quedó abrazando mis pedacitos, y así como a su carrito, él me construyó, me regaló la sonrisa más sincera llenando el absurdo vacío que yo sentía, no se como explicarlo, es cosa de ABRAZOS.
(Esta historia sucedió en una mañana de noviembre, en un albergue, donde Adrián de ocho años se convirtió en mi héroe y yo en su protegida :))
Las dos estaban sentadas en esa gradería de escalones rojos,se alejaron del grupo para evitar ser escuchadas, mi confidente estaba atenta a cada palabra que iba pronunciando mientras yo narraba esa triste historia.
Ambas pensaban en las posibles causas, trataban de entender hilando historias, buscando porqués, escarbando los planes del destino, y yo... yo me volvía loca.
No tan lejos, lo veía a él, convirtiendo su carrito en un robot, con la mirada atenta a cada pieza, a cada figura, a cada color. Buscaba terminarlo de la mejor manera, concentrado solo en su juego, veía su paz y extrañaba sentirme igual a él. Volteé al notar la humedad acercarse a mis ojos.
De pronto, así sin avisar, como cuando encuentras un billete en el bolsillo de tu pantalón, como cuando suena la canción exacta cual soundtrack, como cuando te regalan tu dulce favorito, sentí unos brazos rodeando mi cuello, unas manitos pequeñas uniéndose debajo de mi cabeza, unos cachetitos fríos pegándose a los míos, un cuerpito de ochenta centímetros regalándome lo tibio de su piel, apretando fuerte, sin soltar, con la seguridad de quien sabe donde debe estar, como quien elige los ingredientes para preparar su receta estrella, y yo me rendí.
Mis manos buscaron acariciar esa espaldita, tratando de no apachurrar tan fuerte, calmando mis nervios, logre unirme a ese abrazo, torpe y con voz bajita le pedí que no me suelte.
Y agradecí.
Él me salvó. El latido de su corazón me volvió a la vida, me enseñó cómo debo volver a hacerlo vivir, la caricia de su suave cabello en mi mentón me calmó, esos ojitos pequeños me regalaron la paz que llevaba buscando las últimas semanas, y sentí, sentí que todo estaba bien, que tal vez no sepa que pasa ni que pasará, pero yo estaba aquí y mi presencia a él lo hacía feliz, yo tuve la dicha de contemplar esa sonrisa bien estirada mientras me envolvía con tanto amor.
Ahora se que esa siempre fue la respuesta,amor.
Respuesta o solución? Ya no importaba, este momento era mío y no había dicha más grande para mi.
Él no sabía la historia que yo estaba narrando, él no tenía idea de cuan rota estaba yo en ese momento, él me sintió, se acercó y se quedó, todo el tiempo que lo necesité, él se quedó abrazando mis pedacitos, y así como a su carrito, él me construyó, me regaló la sonrisa más sincera llenando el absurdo vacío que yo sentía, no se como explicarlo, es cosa de ABRAZOS.
(Esta historia sucedió en una mañana de noviembre, en un albergue, donde Adrián de ocho años se convirtió en mi héroe y yo en su protegida :))
martes, 6 de noviembre de 2018
AGOTADA
sin medias,
sin alma, a donde se irá cuando abandona mi cuerpo?
tal vez salga a buscarte, si, tal vez sea eso.
Tal vez sienta pena por mí al anochecer y me abandona,
ni siquiera ella desea acompañar este pedazo de carne que respira,
estos restos de vida que se acostumbran a caminar sin saber de ti.
No dejo de darle play a la bendita "sinmigo", realmente sinmigo,
carreteras de nuevo, volumenes altos para no escuchar tu voz,
gafas para ocultar ojeras por no estar anoche en mi sofá,
aroma de madrugada en la piel como mi perfume favorito,
reloj pulserita de cuero, para contar las horas que estoy sin tí,
bebedor verde en la cartera, por si me atoro con tanto recuerdo bonito,
snacks de mentiras para llenar de verdad,
o al menos creer que estoy llena de algo, o de nada, da igual.
Botas con agujetas, para no perder nunca más los zapatos,
para no perderlos bajo tu cama,
jeans con tres botones, ajuste suficiente para huir,
jeans con tres botones, por si te veo por ahí,
uñas escarchadas, para sentir que estoy,
que soy, que estuviste, que fuimos,
que brillabas, que me sostenías, eso,
tu me cogias y no me soltabas,
tus manos me atrapaban y yo no me escapaba,
si, es eso, tu me tenías y yo te seguía,
claro que es eso, yo tenía ganas.
a donde se iran las ganas cuando abandonan mi cuerpo?
yo
...no lo sé
Hoy estoy agotada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)